EUROPA
PRESS
25 marzo
2019
El
polvo doméstico pueden promover las células grasas
Las sustancias químicas disruptoras endocrinas presentes en el polvo doméstico
promueven el desarrollo de células grasas en un modelo celular y podrían
contribuir a un mayor crecimiento en los niños en relación con su edad, según
una investigación que se presentará este lunes en ENDO 2019, la reunión anual
de la Sociedad Endocrina, que se celebra en Nueva Orleans, Luisiana,
Estados Unidos.
"Esta es una de las primeras investigaciones que
evalúan los vínculos entre la exposición a mezclas químicas presentes en el
ambiente interior y la salud metabólica de los niños que viven en esos
hogares", afirma el investigador principal, Christopher Kassotis, de la Escuela de Medio Ambiente Nicholas de la
Universidad de Duke, en Durham, Carolina del Norte,
Estados Unidos.
Investigaciones anteriores han demostrado que las
exposiciones químicas pueden promover la acumulación de triglicéridos (un tipo
de grasa que se encuentra en la sangre) y el aumento de la obesidad en modelos
animales. Muchos estudios observacionales han hallado
una relación entre la exposición a sustancias químicas que alteran el sistema
endocrino que se cree que contribuyen a la obesidad y al aumento de peso en los
seres humanos.
En este estudio, Kassotis y sus
colegas investigaron el efecto de las mezclas químicas aisladas del polvo
doméstico. Recolectaron 194 muestras de polvo doméstico de hogares en el centro
de Carolina del Norte, Estados Unidos. Luego extrajeron los químicos del polvo
en el laboratorio y se analizaron en cuanto a su capacidad para promover el
desarrollo de células grasas en un modelo celular. Así, detectaron que
concentraciones muy bajas de extractos de polvo podían promover la
proliferación de células grasas y el desarrollo de células grasas.
Dos tercios de los
extractos de polvo alientan el desarrollo de células grasas
Según la EPA, se calcula que los niños ingieren entre 60 y
100 miligramos de polvo cada día. "Descubrimos que dos tercios de los extractos
de polvo eran capaces de promover el desarrollo de células grasas y la mitad de
ellos promovían la proliferación de células grasas precursoras a 100
microgramos, o niveles aproximadamente 1.000 veces más bajos de lo que los
niños consumen a diario", dice Kassotis.
Entonces, los científicos midieron más de 100 sustancias
químicas diferentes en el polvo y analizaron la relación entre sus
concentraciones y el grado de desarrollo de las células grasas. Hallaron que
aproximadamente 70 de los productos químicos tenían una relación positiva
significativa con el desarrollo de células grasas inducidas por el polvo, y
aproximadamente 40 estaban relacionadas con el desarrollo de células grasas
precursoras. "Esto sugiere que las mezclas de sustancias químicas que se
producen en el ambiente interior podrían estar causando estos efectos",
afirma Kassotis.
Los investigadores hallaron que varios productos químicos
estaban significativamente elevados en el polvo de los hogares de niños con
sobrepeso u obesos. Continúan estudiando estos químicos, algunos de los cuales
están presentes en productos comunes para el hogar, como detergentes para ropa,
limpiadores para el hogar, pinturas y cosméticos, para determinar cuáles pueden
estar relacionados con la obesidad.